Voy a contar mi historia, en el verano de 2011 mi mejor amigo murió en un accidente de tráfico, lo conocía desde que tenía tres años. Con él compartí veranos increíbles, miles de aventuras que nadie puede llegar a superar, y es que él.. él era una persona fuerte, no creía en la mala suerte ni en el mal karma, no creía que su vida se fuese a acabar con simplemente diecisiete años, no era supersticioso, ni creía en cosas extrañas. Él vivía su vida pensando que nada malo iba a ocurrir, y que si en algún momento algo malo pasaba era una simple etapa de la vida. Yo soy una persona muy pesimista, y él era de esas pocas personas que me hacía ver que no todo es tan malo como yo misma lo pinto. Él me enseño a luchar cuando todo iba mal, fue el quien me sonrío cuando el resto de gente me daba la espalda. Él me ha echo ver que todo pasa y que nada cambia en contra sino, que si cambia es porque tenia que cambiar, sin mas. Él me ha dado la fuerza suficiente de seguir adelante cuando se fue gente, cuando me daban la espalda o simplemente cuando todo iba bien, días antes él me dijo que si algún día no estaba más a mi lado que no sufriese, que sonriera como él me enseño, que llorase de la risa cuando todo iba mal y que no estuviese mal por nadie, porque si esa persona me esta haciendo eso es porque no se merece que le dirija una simple palabra. Hoy es cuando le siento cerca de mi, mas que nunca, siento que aunque él este en cualquier parte de este mundo le siento aquí a mi lado, sentado en la silla que hay cerca de mi viendo como escribo esto. Y es que aunque hayan pasado ya casi seis meses de su partida, le siento a mi lado.
Gracias Juan, por todos estos años a tu lado.
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