Fúmate la vida

Y no voy a pensar en rescatarme, porque si los problemas me atan son cuerdas que aprietan muy fuerte, a veces somos presos de la mente y una cárcel de palabras es demasiado para huir. No tientes a la suerte que el destino está presente y no lo puedes combatir y siempre hay de esos tragos que atragantan que la vida se bebe en sorbos despacio con brindis que delatan, que la prisa se come el espacio que te empeñaste en construir. Te advierto que de las ruinas has de resurgir y en el fondo lo importante es saber perseguir tu razón, el resto caminará a su lado, pero no con ella, podreís seguir sus huellas pero nunca adivinar sus pasos, aprender a ser demasiado tú y menos del rebaño es algo que me he enseñado quizás por sobredosis de lo contrario, porque somos ciegos de ironías, de fracasos, siempre volvemos y no nos vamos, no nos damos cuenta. Enciende tu cigarro, fúmate la vida, que no se consuma despacio, esfúmate de vez en cuando para prevenir las sorpresas, de las penas huye rápido que de la verdad no surgen falsas condenas. Y sé subir cuando todo el mundo se quede abajo, desde arriba las vistas son más buenas.

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