adiós lagrimillas

He aprendido que la gente no es madura por todos los palos que nos da la vida, es uno de los motivos por los que somos maduros, pero maduramos con el tiempo, aprendiendo por nosotros mismos, porque me he dado cuenta que no se puede llorar por un amor que se fue, ni por una persona que quiso abandonar este mundo antes de lo previsto, porque tenemos que ser felices, aunque las personas que mas queremos no estén a nuestro lado, quien no nos dice que mañana al cruzar la esquina de la calle donde vives encontraras al amor de tu vida, o te enamoraras de esa persona que nunca viste en tu vida, aquella que ni siquiera sabias de su existencia, de esa que vive a setecientos kilómetros de ti, de aquella que viste un día saludando a una amiga y que hasta el día de hoy sigues queriéndola, porque yo he sufrido por gente que ni siquiera se merecía una de mis asquerosas lagrimas pero que he derramado miles y miles por él.
He escrito miles de tablones hacia esa persona, y no le ha dado importancia, no le ha dado importancia a mis sentimientos, y ahora viene con que no quiere hacerme daño, pero sigue, sigue ahí diciendo cada día que soy de las mejores que conoció.
Ya no creo en nadie, no creo en el amor, y solo busco mi propio beneficio, no quiero que él me quiera, ni que nadie lo haga, solo quiero que quien me apoye sea de verdad, que este ahí SIEMPRE, que si nadie va a estar siempre, siempre quedaran mis padres, porque al fin y al cabo son los únicos que han estado siempre. Y es que no quiero más dolores de cabeza dedicados a gente que no merece nada, no quiero más lagrimas para quien pasa de mi, no quiero dolor, no quiero llanto, quiero sonrisas, quiero, FELICIDAD.

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